Este jueves, Apple marcó el fin de una era con la presentación del nuevo iPhone 16e, eliminando por completo el icónico botón de inicio de su línea de dispositivos. Con esta decisión, la compañía refuerza su apuesta por pantallas más amplias y el uso exclusivo de gestos para la navegación.
El último modelo en contar con este botón fue el iPhone SE de tercera generación, lanzado en 2022. Durante años, el botón de inicio fue una característica distintiva de los iPhone, integrando funciones clave como Touch ID y el acceso rápido a la pantalla de inicio.
Desde la llegada del iPhone X en 2017, Apple comenzó la transición hacia una experiencia sin botones físicos, optando por reconocimiento facial y gestos táctiles. Con la salida del iPhone 16e, la compañía cierra definitivamente este capítulo en su historia de diseño.
El cambio ha generado opiniones divididas entre los usuarios, algunos nostálgicos por la desaparición del botón y otros entusiasmados por las innovaciones que ofrece la nueva generación de dispositivos. Sin embargo, Apple sigue apostando por la evolución tecnológica y la integración de nuevas experiencias en sus productos.
